Medicamentos falsos: una ingeniería que se cobra vidas

El 10% de las medicinas que se consumen en el mundo son falsas o adulteradas, porcentaje que puede llegar entre el 50 y 70% en algunos países de África y América Latina. Un fenómeno que exhibe la importancia de la propiedad intelectual y la trazabilidad de productos.

Es un tema que preocupa cada vez más, y mucho, dentro del mundo de la salud. Sobre todo, porque se trata de un negocio ilegal que mueve millones y suele convertirse en una tentación para los que buscan ganar dinero fácil, sin importar las consecuencias que deja. De acuerdo a un artículo publicado en American Journal of Tropical Medicine and Hygiene, el aumento de los medicamentos falsos y de baja calidad estaría matando aproximadamente a 250.000 niños por año. Pequeños que sufren de malaria o neumonía y quizás terminan perdiendo la vida por esta razón.

“El aumento de medicamentos falsificados y de calidad inferior se ha convertido en una emergencia de salud pública. Además del daño directo que causan, las malas drogas son un importante impulsor de la resistencia a los antimicrobianos, lo que alimenta el aumento de las súper bacterias. Este es un problema urgente y tenemos que tomar medidas”, dice un tramo de la nota que fue firmada por varios hospitales de los Estados Unidos, universidades y farmacéuticas. Para ser claros, se habla de una ‘pandemia de malas drogas’.

Según publicó el diario británico The Guardian, muchas de las muertes ocurren en países donde la alta demanda de drogas se combina con una vigilancia deficiente, control de calidad y regulaciones para facilitar que las bandas y los carteles criminales se infiltren en el mercado.


Empresas en acción

En 2018, la farmacéutica Pfizer identificó 95 medicamentos falsificados en 113 países. La cifra se va incrementando año tras año. Geoffroy Bessaud, jefe de coordinación de anti-falsificación de la multinacional farmacéutica francesa SANOFI, expuso que en 2019 el 10% de las medicinas que se consumen en el mundo son falsas o adulteradas, porcentaje que puede llegar entre el 50 y 70% en algunos países africanos y latinoamericanos.

A su vez, Bessaud indicó en 2018, para tomar real dimensión, que una inversión de 1.000 dólares en este negocio podría generar hasta 500.000 dólares, cuando la misma inversión en el tráfico de la heroína o de monedas falsas generaba 20.000 dólares.

La Organización Mundial de la Salud definió tres tipos de productos médicos falsificados y de calidad inferior: 1) “Productos médicos falsificados” que tergiversan deliberadamente su identidad, composición o fuente. 2) “Productos médicos de calidad inferior”, que son aquellos que no cumplen con los estándares o especificaciones de calidad, que tienen menos de la cantidad necesaria de un ingrediente farmacéutico activo. 3) “Productos médicos no registrados o sin licencia”, que son los que no han pasado pruebas de calidad y no han sido aprobados.

Es una temática que toca a los distintos continentes, aunque por supuesto a algunos con mayor proporción. En el caso de Estados Unidos y Europa, la cantidad de muertes es relativamente baja. No así en África, Asia o América Latina. Desde 2013, por ejemplo, África responde por el 42% de los fármacos adulterados incautados en el mundo. Además, ya en 2015 unos 122.000 menores de cinco años morían por la mala calidad de los antimaláricos en el África Subsahariana. La OMS alertó a los distintos gobiernos para que haya un mayor control. 


China e India, mirados de reojo

El diario británico The Guardian “culpa” a estos dos países. Sostiene que ambos son los que exportan, sobre todo a países pobres, con poco control, o países afectados por conflictos o catástrofes donde hay escasez de medicamentos. Por lo general, explica American Journal of Tropical Medicine and Hygiene, son medicamentos comunes, tales como anticatarrales, analgésicos, calmantes, antigripales; aunque también hay para tratar el cáncer, para tratamientos renales, del aparato digestivo, impotencia sexual, neumonía, malaria; entre otros.

En 2018, Interpol arrestó a 860 fabricantes y distribuidores, sobre todo de los Estados Unidos y Asia. A su vez, ese año se cerraron 3.671 sitios web que vendían estos productos por el mercado negro. 


Medicamentos en la Pandemia

Con la expansión del Coronavirus por el mundo, los delincuentes están aprovechando la alta demanda que presentan en el mercado los productos de protección e higiene personal. Tal como publicó la Interpol en su sitio web, se hallaron cerca de 2.000 enlaces en línea en los que se hacía publicidad de dispositivos médicos relacionados con el Covid-19. De ellos, las mascarillas quirúrgicas falsificadas eran el artículo más vendido en línea.

La Interpol emitió una alerta sobre el expendio de medicamentos falsos, contaminados o etiquetados incorrectamente, ante la pandemia del Coronavirus que se decretó a nivel mundial por la OMS. A través de un comunicado, la corporación internacional recomendó no comprar medicinas a través de sitios de Internet desconocidos o en mercados.  

“Algunos medicamentos, en lugar de curar, pueden hacer daño. Sea cual sea su enfermedad, es importante obtener los medicamentos a través de un suministrador regulado”, expuso y alertó que “en algunos medicamentos falsos se han encontrado mercurio, arsénico, matarratas o cemento”.


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